Según cuenta un antiguo relato japonés,
un belicoso Samurai desafió en una ocasión a un maestro Zen a que le explicara el concepto de cielo e infierno.
Pero el monje respondió con desdén:
"No eres más que un patán. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú!".
Herido en lo más profundo de su ser, el Samurai se dejó llevar por la ira, desenvainó su espada y gritó:
- Podría matarte por tu impertinencia.
- Eso, repuso el monje con calma, "es el infierno".
Desconcertado al percibir la verdad en lo que el maestro le señalaba con respecto a la furia que lo dominaba, el Samurai se serenó, envainó la espada y se inclinó, agradeciendo al monje la lección.
- Y eso, añadió el monje, "es el cielo".
El cielo y el infierno, la paz y la ira, la felicidad y la desdicha, están dentro de nosotros... los llevamos a donde quiera que vamos. Todo ello nos habita y siempre, siempre podemos elegir cuál prevalecerá.
Créeme cuando digo que en ésta semanita y pico que llevo HOY desenvainaría y me iría derechito al infierno. Esta muy bien, es interesante, pero muy difícil de hacer.
ResponderEliminarAgur un saludo.
Gran verdad, hermoso cuento. Que prevalezca lo bueno, ese es el reto..
ResponderEliminarfeliz día sonicamalea!!
Es un cuento muy chulo cariño, muy realista y acertado.
ResponderEliminarbesitos
Yo creo que eso es mas bien metaforico, tienes tu cielo y tu infierno personal. Y si existieran realmente para mi el infierno no seria un lago de llamas ardientes, si no mas bien desaparecer y no poder unir tu alma con la escencia de dios.
ResponderEliminarabrazos
El cielo y el infierno existen en la conciencia de cada uno.
ResponderEliminarBonito tu cuento y la foto impresiona!!!
bss
Ámame por que trato de tocar la vida dentro del marco de la incertidumbre.
ResponderEliminarÁmame en la sombra de mis indecisiones mientras trato de adquirir sabiduría.
Ámame en el silencio de mis penas y en el ruido de mis confusiones.
Ámame por el sentimiento de mi corazón no por los temores de mi mente.
Ámame en mi búsqueda de la verdad aunque pueda caer en el engaño.
Ámame mientras persigo mis sueños muchas veces retrasados por ilusiones.
Ámame mientras llego a conocerme a mí mismo aún durante los tiempos difíciles.
Ámame porque yo busco la armonía de Dios no la discordia del hombre.
Ámame por que nuestro tiempo juntos será empleado haciendo crecer el mundo en bondad y comprensión.
Ámame no con expectación sino con esperanza.
Yo te amare igual.
Mis besos mas seductores REINA
¿y el abrazo? ¿siempre es el cielo?
ResponderEliminarBonito cuento, mejor moraleja, y vaya que he vivido infiernos pero tampoco puedo negar que he estado en el cielo, así de contradictoria y bella puede ser la vida.
ResponderEliminarSaludos!
hermosoo, me encanto leerteee amigaaaa
ResponderEliminarHola Soni, muy sabio el monje.
ResponderEliminarBesos.
Que bella entrada!! y que bonita enseñanza, me a encantado.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Con todo mi cariño te mando un fuerte abrazo cargadito de destellos...
Me gusto mucho!! Cuánta sabiduría, no podría haber sido mejor explicación a que él mismo pudiera ver como en su mismo ser puede habitar lo uno o lo otro, y comprender que la vida es un sin fin de decisiones, para hacer el bien o el mal, ahí estará nuestro cielo o infierno, en cómo hagamos cada cosa.
ResponderEliminarSaludos, un gran abrazo. Anouna
No he arribat a tocar el cel encara...pero compartir tantes coses amb tu es el que més es sembla a estar alla dalt.
ResponderEliminarUn peto princesa meva
Perdona PRIN...DE CUENTO...NO HABÍA VISTO ESTA ENTRADA....PERDONAME....
ResponderEliminarCreo que viene a ser lo mismo, que el angel y el demonio que todos llevammos dentro....
Creo que tb todo depende de la forma en la que nos enfrentammos a la vida, o con odio o con amor y ala gente....
Felicito tb a CASANOVA, que poemazo....un beso para ambos y unos tqs
Niñita el cielo eres tu y el infierno lo he olvidado, haz lo mismo tu, destierra lo malo de tu vida y seras mucho mas feliz.
ResponderEliminarte quiero